crimenes seriales
Un crimen serial. Una escena que pone en juego la realización de una fantasía.
La pregunta del detective es: ¿quién está detrás de estos asesinatos? La investigación criminal apunta a dilucidar el enigma. La pregunta por la motivación del homicidio puede arrojar una pista.
Holden Ford no se equivoca. La satisfacción siempre es sexual.
El crimen serial pone en juego un goce que no logra domeñarse al modo de la neurosis. Violaciones, vejaciones, mutilaciones, prácticas necrofílicas… El amplio espectro de las parafilias no logra explicar la causa.
Resta lo perturbador de una criminalidad que no cesa de no inscribir lo traumático de la sexualidad.
La noción de psicopatía permite leer lo amoral de la conducta. Sin embargo, no logra explicar la compulsión. ¿Puede el sadismo brindar al investigador una clave para leer las coordenadas de este tipo de crímenes? ¿Alcanza con la categoría de perversión o hay que apelar a la de psicosis?